La historia de el Rey Ezequías y Senaquerib rey de Asiria me hace pensar en una encrucijada que el pueblo de Israel enfrentó en ese momento y que todos los cristianos tarde o temprano enfrentamos en nuestra vida ¿A quién le vamos a creer? ¿Quién tiene la razón?
Veamos:
El Pueblo de Israel se encontraba rodeado por los ejércitos de Asiria. Un estimado de 185, 000 soldados listos para destruirlos. El rey Ezequías habló con su pueblo y les dijo lo siguiente:
“«¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni se desalienten por causa del rey de Asiria o de su poderoso ejército, ¡porque hay un poder mucho más grande de nuestro lado! El rey podrá tener un gran ejército, pero no son más que hombres. ¡Con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas por nosotros!». Las palabras de Ezequías alentaron en gran manera a la gente.” (2º Crónicas 32:7–8, NTV)
Eso me suena como cuando estamos atravesando dificultades y vamos a la iglesia y escuchamos un buen mensaje basado en la verdad de la Palabra de Dios y regresamos a casa animados porque todo va estar bien. Pero… Ahora viene el Rey Senaquerib de Asiria quien habla de realidades humanas y estadísticas con el propósito específico de infundir temor.
“«Esto dice el rey Senaquerib de Asiria: “¿En qué confían ustedes que les hace pensar que podrán sobrevivir mi sitio de Jerusalén? Ezequías ha dicho: ‘El Señor nuestro Dios nos librará del rey de Asiria’. ¡Ezequías los está engañando y los está condenando a morir de hambre y de sed! ¿Acaso no se dan cuenta de que fue el mismo Ezequías quien destruyó todos los santuarios y altares del Señor? Él ordenó a Judá y a Jerusalén que se adorara sólo en el altar del templo y que se ofreciera sacrificios únicamente sobre él. »¡De seguro ustedes se han dado cuenta de lo que yo y los otros reyes de Asiria antes de mí hemos hecho a todos los pueblos de la tierra! ¿Pudieron acaso los dioses de esas naciones librar a sus pueblos de mi poder? ¿Cuál de sus dioses fue capaz de librar a su pueblo del poder destructor de mis antecesores? ¿Qué les hace pensar que su Dios puede librarlos de mí? ¡No dejen que Ezequías los engañe! ¡No permitan que se burle así de ustedes! Lo vuelvo a repetir: ningún dios de ninguna nación o reino jamás ha sido capaz de librar a su pueblo de mí o de mis antepasados. ¡Mucho menos podrá su Dios librarlos a ustedes de mi poder!”».” (2º Crónicas 32:10–15, NTV)
¿Qué haría el pueblo de Israel? ¿Qué has hecho tú cuando te toca enfrentar una encrucijada similar?
Cuando atravezamos adversidades el enemigo de nuestras almas está pronto a bombardearnos con pensamientos erróneos que buscan hacer flaquear nuestra fe, estos pueden estar muy bien disfrazados de “realidad” en lo que es la perspectiva humana pero distan mucho de ser la palabra final en cuanto a los creyentes se refiere.
Cuando Ezequías supo de lo que estaba diciendo Senaquerib ni siquiera se ocupó en responder para tratar de defender su punto. Lo que hizo fue ir en oración delante de Dios y Dios se encargó de glorificarse a si mismo al destruir al ejercito Asirio y hacer huir a su rey.
Cuando decides regir tu vida por la Palabra de Dios muchas cosas parecerán sin sentido a los ojos seculares y las críticas o burlas pronto vendrán. Ni te preocupes en defenderte o defender a Dios. Busca al creador en oración y deja que sea Él quien pelee tus batallas.