Y comenzamos…

El 25 de marzo de 2012 será un día que quedará grabado en nuestras memorias para siempre. La ordenación como Pastores resultó ser para mí algo más profundo e impactante de lo que esperaba.

Al momento que el aceite era derramado sobre nuestra cabeza algo sucedió en mi espíritu, sentí como un respaldo, un abrazo, no se bien como describirlo. Y definitivamente sentí que una nueva faceta en mi vida había comenzado. Una nueva autoridad y una nueva responsabilidad sobre mi vida otorgadas por Dios. Pasé las siguientes 24 horas sintiendo como cuando nací de nuevo y conocí a Jesús.

Nuestro corazón estaba muy emocionado y agradecido al ver a los hermanos de la congregación hispana que llegaron para acompañarnos, muchos de ellos sintieron un poco largo el servicio, ya que todo fue en inglés y algunos de ellos no hablan mucho el idioma; También nuestras familias en Guatemala, Turquía y Gales nos acompañaron a través del Internet.

¡Gracias Dios por permitirnos vivir momentos tan especiales como ese!

Dos días más tarde sali para Dallas a recibir un entrenamiento  junto con todo el equipo pastoral de Christian Life Center. Fueron días de mucha bendición en la convivencia y mucho aprendizaje, lo único que no me permitió disfrutar al 100% fue que al momento de llegar a Dallas y llamar a mi esposa, ella me contó que nuestro hijo mayor Kean estaba muy enfermo, luego de 24 horas de incertidumbre se determinó que lo que tenía era neumonía.Gracias a Dios hoy ya está muy bien y jugando como siempre.

Del entrenamiento, algunas  de las cosas más importantes que aprendí son:

Orar más, estudiar más, capacitar más, pastorear primeramente a mi familia  y nunca te pares en un podium a dar una “charla” sino más bien para transmitir un mensaje de parte de Dios para quienes te escuchan.

Esto último es algo que ha desafiado mi vida grandemente y oro a Dios porque me permita ponerlo en práctica.

Así que este es un resumen de lo que han sido mis primeros 10 días como Pastor.

Bendiciones siempre!!

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