Humillando mi razonamiento.

¿Alguna vez has tratado de debatir con alguien acerca de tu fe cristiana? Quizás con un amigo ateo o con alguien que entiende a Dios “a su manera”. Y te topas con unos argumentos tan fuertes que incluso hacen tambalear tu fe. No estoy hablando de quienes tienen una postura opuesta al cristianismo solo por alguna razón meramente emocional o tradicional; Sino más bien de personas que buscan, leen, se informan, razonan y en base a eso toman su decisión de creer o no creer.

A veces me ha sucedido, he pasado buen tiempo platicando y argumentando con este tipo de personas y peor aún, a veces yo mismo, a solas, he pasado mis batallas mentales respecto al cristianismo. (Hace un par de años escribí una nota respecto a ello, Puedes leerla haciendo click Aquí). Y me pregunto ¿porqué tiene que chocar tanto mi fe cristiana con mi razonamiento lógico?

Hace un par de semanas leí un versículo que me dejó con la boca abierta y entonces entendí muchísimas cosas, incluso creo que fue la respuesta a la pregunta que acabo de plantear. Dice así:

Ya que Dios, en su sabiduría se aseguró de que el mundo nunca lo conociera por medio de la sabiduría humana, usó nuestra predicación «ridícula» para salvar a los que creen.

1 Corintios 1:21 (NTV)

¿Qué te parece?… Dios mismo SE ASEGURÓ de que el mundo no lo conociera por medio de sabiduría humana. Así que, por más empeño que ponga en tratar de que alguien conozca a Jesús por medio de una argumentación “lógica” NUNCA lograré que tenga un encuentro personal con Él.

Te comparto también el versículo que va antes de este.

Así que, ¿dónde deja eso a los filósofos, a los estudiosos y a los especialistas en debates de este mundo? 1 Corintios 1:20a (NTV)

Para conocer a Jesús, es necesario humillar nuestro razonamiento lógico (cosa que no es     fácil para algunos de nosotros) y creer ciegamente en el mensaje de Jesús. Ese es el tipo de fe que produce la salvación del alma.

¿Vale la pena hacerlo?  Pues en mi caso personal creo que puedo identificarme con las palabras del Apóstol Pablo.

Antes creía que esas cosas eran valiosas, pero ahora considero que no tienen ningún valor debido a lo que Cristo ha hecho. Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo Filipenses 3:7-8 NTV

y también:

Tengo la plena seguridad y la esperanza que jamás seré avergonzado, sino que seguiré actuando con valor por Cristo, como lo he hecho en el pasado. Y confío en que mi vida dará honor a Cristo, sea que yo viva o muera. Filipenses 1:20 NTV

Espero que esta nota haya sido de bendición para tu vida y que puedas compartirla con más personas.

Bendiciones siempre.

Un comentario sobre “Humillando mi razonamiento.

Deja un comentario